Nuestra adolesencia de País de poco menos de 180 años , con una amalgamas de razas, influencias , costumbres no definidas , pretendemos dar catedras de formación a una Colonia de  1.300 menonitas que arrastran una enseñanza de más de 400 años , nuestra petulancia ya que aun no hemos resuelto nuestra propia enseñanza nos permite haciendo gala de una soberanía mal entendida , inmiscuirnos en un sistema de vida que deberíamos respetar , como ellos respetan el nuestro.

No obstante ello intentaremos colocar nuestro agrietado sistema educacional pero no llevaremos jóvenes en pasantía para que aprendan el respeto a la Flia. El trabajo como dignidad , la formación espiritual como guía de la vida , allí no llevaremos jóvenes , si pretenderemos darles a esa Colonia nuestro sistema de jóvenes irrespetuosos , sin moral , sin respeto a los mayores , atacando permanentemente la autoridad , cuestionando cualquier sistema de autoridad , pero habremos cumplido con nuestro complejo de inferioridad.

La educación a la Colonia Menonita significa también que la comunidad Argentina y comercial del área no se hubiera aprovechado de estos buenos colonos y los estafara como fue conocida la entrega de toda su producción a un acopiador de cereales que nunca les pagó , como es conocida y con anecdotas cada una de las operaciones comerciales que la viveza criolla especuló.

No se escuchó ninguna voz que intentara modificar esa situación , pero si trataremos de enseñarle a través de nuestro brillante sistema educacional ""La Viveza criolla "". 

La comunidad menonita cuenta con treinta escuelas. Los edificios escolares están hechos de manera austera. Como la mayoría de las construcciones menonitas, las escuelas están construidas con muros de adobe y techo con vigas de madera con lámina galvanizada sobre las mismas. El mobiliario de la escuela está compuesto por bancas de madera para cuatro o cinco alumnos, el acomodo de los estudiantes dentro del salón es diferenciado, es decir las mujeres de un lado del salón y los hombres del lado extremo. En una de las esquinas de cada salón se encuentra una estufa o salamandra de leña que es utilizado durante el invierno para mitigar en algo los efectos del frío. Todos los niños sin excepción asisten seis años para recibir instrucción escolar.

La edad promedio para ingresar es de seis años, las escuelas son mixtas y se enseña en ellas básicamente la lectura y escritura del alemán alto, las matemáticas y la religión; asisten de lunes a viernes en doble turno, el horario de entrada es de siete a once de la mañana, luego se tiene un receso para ir a comer y vuelven a clases a la una de la tarde para salir a las tres. Los menonitas, de acuerdo a un programa particular de educación diseñado por ellos mismos, elaboran e imprimen sus propios libros de texto generalmente llegan de mexico o sta cruz de la sierra en bolivia

Solo los hombres se pueden dedicar a la enseñanza en las escuelas, los honorarios de los profesores corren a cuenta de la comunidad en general.

Los menonitas consideran que la educación que reciben en seis años, es la educación suficiente para desarrollar las actividades que ellos mismos pretenden y para la clase social a la que pertenecen. Además también toman en consideración que una educación de más alto nivel es un imán para radicarse en las grandes ciudades y por ende abandonar las actividades del campo, por lo cual no desean que sus hijos alcancen niveles de educación superior.